TAI CHI QI GONG Y "FASCIAS"

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TAI CHI QI GONG Y "FASCIAS"

Wutan Badalona
Publicado de Jordi Ernest en Bioenergética · 8 Junio 2022

COMO AFECTAN el TAI CHI y el QI GONG al SISTEMA MIOFASCIAL

 
La fascia une y separa todo. Separa y une todo.
 
Representa el 16% de peso del cuerpo, que contiene el 23% del agua que almacenamos, y que juntos suponen el 40% del peso total corporal.
 
 
“La naturaleza no alimenta holgazanes”

 
 
                           

  
Este es un resumen del trabajo realizado por el Maestro de Tai Chi y Fisioterapeuta Javier Miñana. Al final tienes un enlace al artículo completo.

 

CONSIDERACIONES GENERALES

 
La fascia es el tejido conjuntivo que rodea todos los órganos en forma tridimensional permitiendo mantenerlos en su correcta posición y funcionamiento. Cada músculo y cada una de sus fibras y haces, cada nervio, cada vaso, cada órgano, cada hueso, está rodeado por la fascia. El recorrido de la fascia es continuo y por esta razón, cualquier cambio estructural de la fascia en una determinada parte del cuerpo producirá restricciones en zonas distales.

 
Este cambio estructural de la fascia se denomina: disfunción miofascial y puede producirse por diversos motivos: golpe o caída, cirugía, menstruación dolorosa, vicios posturales, posturas mantenidas, etc.

 
La disfunción miofascial no tratada y con el tiempo, conduce a un círculo vicioso de tensión, espasmo muscular, disfunción orgánica y dolor.

 
Las restricciones en el tejido conjuntivo, no solo afectan al aparato locomotor, indirectamente influye en el funcionamiento de otros sistemas como el respiratorio, cardiovascular o nervioso.

 
En estas situaciones, el cuerpo busca compensaciones que, mantenidas en el tiempo, forma áreas de sobrecarga que pueden convertirse en focos de lesiones específicas tales como tendinitis, capsulitis, etc.

 
Cada contracción muscular moviliza al sistema fascial, por el mismo motivo, cada restricción en el sistema fascial, afecta al funcionamiento correcto del sistema muscular.

 
Es por esto que hablamos de una unidad funcional músculo-fascial a la que denominamos: miofascia.
 
 

FUNCIONES DE LAS FASCIAS

 
    • Protección. Sus capas hacen de escudo preservando los órganos internos.
    • Evitan fricciones y roces entre diferentes organismos.
    • Entre sus capas se forman vías de expansión para transitar vasos y nervios.
    • Absorción de impactos. La fascia hace que la onda de choque se extienda, dispersándose por la continuidad de sus envolturas.
    • La fascia es lo que da la forma al cuerpo. Esta envoltura hace de faja y de malla configurando su contorno y silueta.
    • Sirve como almacén de energía a través de los depósitos adiposos en el tejido subcutáneo.
    • Etc.
   
         
 

INFLUENCIA DEL TAICHI Y EL CHIKUNG EN LOS TEJIDOS CONJUNTIVOS

 
Los movimientos en Tai Chi parecen ajustarse perfectamente a las características de las fascias. Por un lado, en Tai Chi tenemos, movimientos lentos, suaves, globales, armoniosos, amplios, circulares y en espiral.

 
Por otra parte, las fascias se mueven despacio, si no hay suavidad entre las capas se producen limitaciones, trabajan en conjunto, de forma global buscando la armonía a través del deslizamiento circular y amplio, por todo lo cual parece haber un maridaje natural entre estas dos técnicas tan diferentes.

 
La terapia manual de la: Inducción Miofascial compara el movimiento de las fascias, con dos hojas de papel que deslizáramos una sobre otra. Arrugamos entonces una de ellas y las volvemos a deslizar. La aspereza y dificultad que encontramos ahora responde al concepto de “Restricción Miofascial”.

 
Practicando una hora seguida de Tai Chi, encontramos los elementos ideales para abrir las vías de comunicación entre las capas restableciendo la suavidad y la amplitud de movimiento.

 
El libre deslizamiento de las fascias afecta al funcionamiento de todos los sistemas corporales, sin entender bien las causas, el practicante de Tai Chi está poniendo en marcha ese movimiento liberador, haciendo que todo su cuerpo respire, se abra, los órganos internos encuentren un mejor acomodo, dejen de sentirse aprisionados, sin saberlo, está beneficiándose de todas estas magníficas propiedades de las fascias.

 
Hay que resaltar de entre todos, el concepto de “Chan Sy”. Chan Sy Gong es un Qi Gong que viene del estilo Chen, significa enrollar seda.

 
Si nos fijamos aisladamente en una articulación al realizar esta práctica, veríamos que está efectuando un círculo, pero al observarlo en su conjunto, comprobamos que hay una onda que se está desplazando entre ellas, uniéndolas en una dirección y sentido, formando un movimiento espiral que envuelve todo el cuerpo.

 
Al mover el Chan Sy generamos una energía de enlace que aumenta la potencia del que está practicando. Es famosa la contundencia marcial de los maestros de Tai Chi en sus golpes, a la luz de estas explicaciones podemos entender que el maestro no solo empleaba la fuerza de su brazo, sino que ponía en marcha la intrincada red conjuntiva para liberar, concentrando en un punto, todo el empuje de su cuerpo.

 
Resulta impresionante comprobar como dos mundos tan separados por el tiempo, los objetivos, la metodología y hasta el desfase cultural, han estado convergiendo en las mismas conclusiones.

 
Por un lado, la familia Chen en el contexto de una china feudal, saliendo de un ambiente aldeano, campesino, inculto, marcial, basándose en la experimentación y la intuición.

 
Del otro lado, hablamos de investigaciones actuales, apoyándose en la metodología científica y en las más avanzadas tecnologías.

 
 
Quiero destacar unos párrafos de estudios sacados del libro de Serge Paoletti hablando del papel de estos tejidos en la mecánica humana. En ellos se plasma un enorme paralelismo que con toda seguridad le resonarán al practicante de Qi GongTai Chi.

 
 
“Podemos considerar las fascias como cuerdas encargadas de transmitir las fuerzas a través del cuerpo. Para que estas cuerdas transmitan su energía de manera eficaz y coordinada necesitarán puntos de apoyo, estos están formados por las articulaciones que constituyen las poleas de reflexión de las cuerdas”.


 
 
                           

 
En la anatomía energética se habla de las 18 esferas del Tai Chi que coinciden en su mayor parte con grandes articulaciones. Estas se ven como zonas de paso de la energía para que la transmisión continúe su camino.

 
 
“Las cadenas fasciales transmiten la movilidad a través de todo el cuerpo, pero también son sede de cargas que pueden perturbar su mecanismo. Para que dichas perturbaciones no se transmitan a lo largo de la cadena, existen puntos de amortiguación. Hay algunos más importantes y solicitados con más frecuencia, puesto que están colocados en puntos de convergencia”.


 
 
                           

 
También se habla de 9 chiaos o puntos de acumulación especial de la energía que facilitan la apertura de las 18 esferas del cuerpo para que las espirales del Tai Chi mejoren su movimiento natural y expansivo. Comprueben la similitud de estas figuras con las que Chen Pinsan dibujó hace 120 años.


 
 
                           

  
“Las fascias no son bandas continuas totalmente paralelas, están formadas por diferentes capas de dirección oblicua, transversal o circular. Las distintas orientaciones fasciales, nos permite concluir que el aspecto general de las fascias es de espiral. Durante su contracción tendrá tendencia a comprimir las estructuras que envaina, lo que enviará líquidos al corazón a la manera de una bayeta que se escurre”.

 
Por lo que el diseño espiral de los movimientos globales en Tai Chi, mejoran notablemente la función del retorno venoso y la eliminación de desechos metabólicos acumulados en los órganos y músculos debido a este mecanismo de escurrir la esponja.

 
 
                           

  
“Pero si la fascia es el motor de la circulación de retorno, también puede ser el elemento perturbador. Una fascia en tensión anormal, llevará asociada un estado de compresión permanente en el sistema vascular determinando obstrucciones que favorecerán el estancamiento”.

 
Como hemos comentado, la suave influencia del movimiento en Tai Chi, produce una inducción miofascial liberadora de la obstrucción y movilizadora del estancamiento sanguíneo.

 
 
“Los vasos linfáticos y las venas perforan las fascias a nivel de unas estructuras llamadas anulares con un grado de rigidez que permite la libertad del vaso por el anillo, cuando está sometido a tensiones importantes este orificio anular puede convertirse en un torniquete”.

 
La práctica regular de Tai Chi afloja estas tensiones, restando rigidez a los anillos penetrados por estos vasos, favoreciendo el flujo de linfa y sangre por los orificios anulares.

 
 
“Uno de los papeles importantes del tejido conjuntivo es amortiguar las ondas de choque y dispersarlas en diferentes direcciones a fin de atenuar su intensidad y preservar la integridad física del cuerpo. Si se supera cierto umbral, asistiremos a lesiones con desenlace fatal, llegando al  estallido de bazo, de hígado o la rotura de riñón. La orientación de las fibras fasciales y el papel de tampón de los conjuntivos tienden a dispersar esta energía en diferentes direcciones a fin de atenuar su intensidad y permitir la absorción del choque”.

 
La experimentación más directa de esta capacidad de absorción de choques la encontramos en la técnica de La Camisa de Hierro, en la cual se refuerzan los tejidos conjuntivos rellenándolos del misterioso “Qi” aumentando considerablemente su capacidad de absorción y entendemos que esto es posible porque el practicante refuerza su sistema miofascial optimizando la tensegridad de su organismo. Es decir, cuando la estructura global recibe un punto de presión, esta es asumida y equilibrada por todo el sistema.

 
Nos resulta muy chocante ver una demostración de un maestro de Tai Chi recibir golpes de excesiva intensidad en cualquier parte de su cuerpo sin pestañear y, por acostumbramiento, no nos parece  milagroso la manera en que un frondoso árbol afronta un tremendo vendaval sin dañar su forma; cuando es gracias al mismo principio: La presión sobre un punto se transmite a todas las partes y su onda es absorbida por el sistema entero, o si se prefiere, cualquier punto del engranaje descansa en el conjunto de la estructura.

 
 
“La acción de los músculos parece que interviene de una manera más evidente en la dinámica. Por lo que respecta a la estática, las fascias parecen estar más implicadas en el mantenimiento de la postura, sin duda, para que el gasto energético sea mínimo. En general, las fascias externas se consideran más bien como fascias de postura, mientras que las internas se consideran como fascias de sostén”.

 
La técnica de Fan Shong potencia la relajación consciente. La postura de Mapu dentro de la técnica interna de Wuji Chong, potencia el alineamiento de la postura pudiendo permanecer prolongados periodos de hasta varias horas debido a esta facultad de sostén de las fascias; el practicante permanece apoyado en su estructura fascial generando un gran movimiento interno en la estática de su postura.

 
 
“Las cadenas fasciales transmiten la movilidad a través de todo el cuerpo, pero también son sedes de cargas que pueden perturbar su mecanismo; para que dichas perturbaciones no se transmitan de forma automática a lo largo de la cadena, existen puntos de amortiguación. Estos están, repartidos por todo el cuerpo, pero hay algunos más importantes y solicitados con más frecuencia puesto que están colocados en “puntos de convergencia” que son: cintura pélvica, diafragma, cintura escapular, hioides, charnela y occisito cervical”.


 

 
Comprobamos al ver esta figura, la similitud de los puntos de amortiguación con las 18 esferas de Tai Chi. En la anatomía energética se habla de los Qiaos o puntos especiales de acumulación de Qi, que son zonas que abren el paso de la energía para que la onda del Chan Sy siga su camino.

 
 
“Las cadenas lesionales representan el trayecto que puede seguir una tensión de membrana para propagarse a distancia. Esta transmisión de las cargas y distorsiones, se hace siguiendo determinados ejes. Definimos cadena lesional, a una cadena fascial cuyo comportamiento fisiológico está perturbado. En lugar de transmitir y repartir de forma armoniosa el movimiento, se transforman en este caso en puntos fijadores causantes de irritación y limitación de la movilidad, pudiendo llegar a causar disfunciones a veces a mucha distancia de donde se formaron”.

 
Utilizando la propiedad de la continuidad de los tejidos conjuntivos a través de los movimientos globalizadores de Tai Chi podemos ir liberando la perturbación en la cadena lesional rompiendo el círculo vicioso de lesión-perpetuación.

 
 

CONCLUSIONES FINALES

 
La cinesiterapia o terapia a través del movimiento, aplicada con unas características de movilidad amplia, armónica, continuada, realizado sin esfuerzo y buscando siempre la confortabilidad del cuerpo al realizarse, se presenta por un lado, como el mejor agente terapéutico para el restablecimiento de las lesiones, siempre y cuando, el daño tisular ha superado la fase aguda de la inflamación, (que es el único momento en que el reposo es aconsejable y del que hay que salir con la mayor rapidez posible); y por otro lado, es la mejor receta para mantener el cuerpo en buena forma y evitar posibles lesiones.

 
La propiedad tixotrópica (pasar de estado gelatinoso a estado líquido) de las fascias nos muestra lo beneficioso que resulta el ejercicio prolongado y por lo tanto, suave, moderado y mantenido, para evitar la viscosidad semirígida que se produce en las tendencias sedentarias, y que es causa de retracciones y adherencias entre sus delicadas capas fasciales.

 
Recordemos que una de las partes importantes del Qi Gong, es el Anmo Gong o Qi Gong del automasaje. Gracias al efecto piezoeléctrico (característica de convertir las tensiones en electricidad), las suaves fricciones y presiones ejercidas durante esta práctica, combinada con la expansión previa ejercida sobre las fascias, estimulan la red holográfica del cuerpo emitiendo mensajes saludables locales y a distancia a lo largo de las cadenas faciales.

 
En cuanto al principio de tensegridad (tensiones continuas y compresiones discontinuas las cuales se reparten y se equilibran mútuamente), qué ejercicio puede ser mejor para optimizar esta cualidad, que una técnica en la que su base y fundamento es la consecución de una sensación global del cuerpo a través del enraizamiento, la relajación profunda en bipedestación y el movimiento integrador.

 
 
El concepto taoísta de Dantian traducido para occidentales, sería una especie de centro de gravedad, núcleo de acumulación y condensación de la energía, lugar de donde sale la fuerza y en términos universalistas, vórtice de comunicación e interacción entre el macro y el microcosmos. Cuando ponemos este concepto bajo el prisma de la visión miofascial del individuo, nos atrevemos a  considerar la existencia de un lugar físico, un núcleo central donde se genera la onda de transmisión a través de la cual, las fascias se tensan, expanden y repliegan. Imaginemos una tela un poco flexible extendida en el suelo y sujeta por todo su perímetro, ahora la pellizcamos en el medio y desde ese eje realizamos movimientos de rotación a uno y otro lado. El efecto que produce en la tela, según se retuerza el trapo en contracción o expansión, es de atraer o proyectar al igual que una flecha puesta en el arco es absorbida o disparada. Trasladando este ejemplo a efectos del cuerpo humano, los movimientos de un maestro de Tai Chi surgen sin esfuerzo de su eje central apoyándose en la tensión integrada de sus fuerzas.

 
También desde este prisma se podría explicar el fenómeno de las “mil bocas” por el cual en un combate, cuando hay un punto de contacto con el adversario, con cualquier parte del cuerpo descarga sobre ese punto toda la potencia del ataque, de tal manera que el oponente siente que no está peleando contra una fuerza sino contra mil.

 
 
Resumén del trabajo realizado por el Maestro de Tai Chi y Fisioterapeuta Javier Miñana. En el siguiente enlace puedes ver el documento entero https://www.hunyuantaichi.com/wp-content/uploads/2016/04/taichi__chikung_y_sistema_miofascial.pdf
 


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